Entre las fachadas medievales de Estrasburgo, Colmar, Riquewihr o Kaysersberg, la Navidad adquiere una intensidad única. Sus mercados —considerados de los más antiguos y bellos de Europa— envuelven las calles en un ambiente que mezcla historia, artesanía y aromas de vino caliente.

Alsacia es un destino perfecto para sumergirse en la esencia navideña más tradicional: luces cálidas que se reflejan en los canales, casas de entramado de madera decoradas con mimo y plazas donde cada detalle parece pensado para celebrar el invierno.

❄ Imprescindible: Recorre la Christkindelsmärik de Estrasburgo, Patrimonio de la Humanidad, y contempla cómo las luces de Colmar se reflejan sobre sus canales.

❄ Experiencia local: Prueba el pain d'épices, los bredele y las especialidades artesanales que llenan los puestos desde noviembre.

Richmond y los Cotswolds capturan el espíritu invernal británico con una mezcla de sofisticación y vida de pueblo. En Richmond, el invernadero de Petersham Nurseries se transforma en un pequeño oasis navideño: velas, coronas hechas a mano, mesas decoradas y el aroma a pino que anuncia que el invierno ya está aquí. Pasear junto al río al atardecer es una de esas experiencias que solo se disfrutan en los meses fríos.

Los Cotswolds, por su parte, parecen diseñados para la Navidad: tejados dorados, pubs con chimenea, mercados artesanales en pueblos como Stow-on-the-Wold o Burford, y un ambiente que recuerda a las postales invernales de toda la vida.

❄ Imprescindible: Tomar un té navideño en Petersham Nurseries o visitar los mercadillos festivos de Bath, perfectos para una escapada desde los Cotswolds.

❄ Experiencia local: Vive el carol singing en alguna iglesia de pueblo o haz una ruta invernal entre colinas y senderos silenciosos.

Estocolmo es una de las grandes incorporaciones de este año, y no podría encajar mejor en un artículo navideño. La ciudad se ilumina con miles de luces cálidas que contrastan con el frío nórdico y crean un ambiente absolutamente cinematográfico. En Gamla Stan, su casco antiguo, el mercado navideño es uno de los más antiguos de Europa y mantiene viva la tradición sueca con artesanía local, glögg caliente y dulces típicos.

La capital sueca vive el invierno desde la calma: cafés acogedores donde refugiarse de la nieve, museos que parecen diseñados para las tardes oscuras de diciembre y paseos junto al agua que, incluso en pleno frío, transmiten serenidad.

❄ Imprescindible: El mercado de Gamla Stan y el festival de luces que recorre plazas y calles del centro histórico.

❄ Experiencia local: Probar el pepparkakor (galleta especiada) y disfrutar del fika invernal —café y algo dulce— como ritual para entrar en calor.

Ámsterdam convierte sus canales en una galería de arte al aire libre con el Amsterdam Light Festival, un espectáculo único que transforma cada puente y cada curva del agua en un juego de luces contemporáneas. Sus mercadillos, especialmente los de Museumplein, combinan tradición, diseño holandés y gastronomía de invierno.

Copenhague, por su parte, es la definición perfecta de disfrutar de los pequeños placeres navideños: los Jardines de Tivoli iluminados, cafés que huelen a canela, mercados repletos de adornos y un ambiente acogedor que invita a caminar despacio y disfrutar de cada rincón. Es una de las ciudades europeas donde mejor se vive esta época del año.

❄ Imprescindible: Recorrer Tivoli iluminado por la noche y visitar los mercadillos de Museumplein en Ámsterdam.

❄ Experiencia local: Stroopwafels recién hechos, pepernoten, chocolate caliente con especias y tardes enteras dejándose llevar por la luz invernal de ambas ciudades.

Madrid vive la Navidad con intensidad: desde la Gran Vía iluminada hasta la Plaza Mayor, pasando por los mercadillos de artesanía, los espectáculos de luz y las terrazas de invierno que se llenan de planes cuando cae la tarde.

Este 2025, la ciudad incorpora nuevas propuestas como el espectáculo inmersivo del Jardín Botánico, Naturaleza encendida, además de rutas de luces, conciertos, mercados renovados y espacios efímeros que convierten la ciudad en un destino vibrante para quienes buscan un plan navideño urbano.

❄ Imprescindible: Subir al Mirador del Círculo de Bellas Artes para ver Madrid iluminada desde arriba.

❄ Experiencia local: Chocolate con churros en San Ginés después de recorrer los mercadillos del centro.