El hotel cuenta con amplias habitaciones decoradas con madera y colores suaves que transmiten calma y serenidad. En su interior se encuentran piezas de artesanía local, como tapices de Rita Sevilha, mantas de Burel o cestas tradicionales, que dotan a cada espacio de un carácter acogedor y auténtico. Incluye desayuno portugués con productos locales y recetas tradicionales, dulces y saladas, servido en la sala del Restaurante O Comendador, con vistas a los viñedos y valles de Lamego. Su terraza anexa invita a comenzar la mañana de manera tranquila, antes de decidir si explorar la ciudad, relajarse en la piscina exterior climatizada o disfrutar del spa balneario. Todo pensado para disfrutar de una estancia cómoda, relajante y memorable.

La gastronomía portuguesa se vive en el Restaurante O Comendador, donde los sabores tradicionales del país se fusionan con influencias internacionales. Los platos del restaurante ofrecen una experiencia gastronómica única: cada menú combina la esencia de la cocina tradicional portuguesa con sabores e ingredientes de los continentes que el comandante portugués Alexandre Herculano Rodrigues exploró durante sus viajes, fundador de la Quinta da Vista Alegre, donde se ubica el hotel.

Desde recetas que reflejan la tradición local hasta platos que incorporan técnicas y productos inspirados en Asia, África y América, cada bocado es un viaje que conecta la historia de Portugal con la riqueza culinaria mundial. Tanto el desayuno en buffet - con una selección de productos locales y dulces y salados tradicionales - como la cena, ofrecen una propuesta auténtica y creativa en un ambiente íntimo y elegante.

El 1926 Bar, por su parte, rinde homenaje a la historia del lugar. Su nombre recuerda el año de fundación de la Casa Verde, una de las casas históricas que conforman el hotel. Cada detalle evoca la memoria de sus raíces, ofreciendo tapas y cócteles en un entorno que une elegancia, historia y tradición.